De sobra es conocido que la exfoliación corporal sirve para eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel impidiéndole respirar, pero mucha gente tiene muchas dudas y preguntas acerca del tema cuando acude al centro para su asesoramiento: ¿Por qué se supone que es tan importante? ¿Cuáles son sus principales beneficios? ¿Qué tipo de pieles pueden verse más beneficiadas? ¿Con qué frecuencia debemos hacernos un tratamiento corporal de este tipo?

Bien, el objetivo de este artículo es dar respuesta a todas estas preguntas y aportaros el conocimiento de experto para que elijas una buena opción de exfoliación corporal.

“Las células de nuestra piel se multiplican, mueren y se renuevan. La exfoliación acelera este fenómeno natural estimulando la regeneración celular y la microcirculación sanguínea de la superficie. La piel retoma su suavidad y flexibilidad, y al eliminar la capa de células muertas de la epidermis, la piel está más receptiva para absorber cualquier principio activo que se aplique”.

En definitiva, una piel cuidada e hidratada se mantiene más joven, sana y previene mejor de la flacidez.

El momento ideal

Lo mejor es reservar este ritual para darnos un regalo para nuestra piel y los sentidos, en un hueco del que dispongamos tiempo suficiente para ir a disfrutarlo tranquilamente a nuestro centro de confianza.

 La importancia del masaje

No basta con aplicar el producto de forma azarosa: el masaje que se haga es una de las claves para que este ritual funcione. Para estimular la circulación y favorecer el drenaje (dos de los grandes beneficios de la exfoliación corporal), es importante que el profesional realice de forma adecuada este masaje.

Y tras la exfoliación…

Hidratación, por supuesto, ¡no debe faltar!. ¿Por qué? Porque es el mejor momento para aportar hidratación a la piel, pues la piel está mucho más receptiva y permeable. Lo ideal es aplicar una crema, aceite o loción corporal adecuado para el tipo de piel con un agradable masaje, cerciorándonos de que la piel está absorbiendo adecuadamente el producto que le estamos aplicando.

Sobre la frecuencia

Recomendamos venir al centro una vez al mes para hacer el exfoliante corporal. Si no se dispone de ese tiempo, como mínimo una vez por estación, aunque tampoco podemos generalizar dado que “siempre dependerá del tipo de piel” de la persona. Las estaciones más críticas para nuestra piel son sobre todo, las de invierno y verano.

¿Hay contraindicaciones?

La exfoliación corporal no tiene contraindicaciones, excepto heridas abiertas o quemaduras. Hay que ir con más cuidado en las pieles sensibles o reactivas. Y las pieles más beneficiadas de este ritual a nivel corporal son las pieles secas, ya que son las que tienen más necesidad, cuando se aplica la crema hidratante/nutritiva en una piel “seca” recién exfoliada, la hidratación será mucho más efectiva.